Una vez leí que el mejor día de escalada no es solo aquél en el que sales con la mejor energía, escalas y conquistas tus proyectos, alcanzas tus metas y hasta te superas a ti mismo. No, el mejor día también es aquel en el que lo intentas, sin importar hasta dónde llegues; es el día en que tienes la oportunidad de tocar la roca, o llegar a los pies de la montaña y das lo mejor de ti aunque no estés en tu mejor momento.
El vértigo siempre ha sido parte del juego. El haber llegado a la cima no significa que no hayamos tenido miedo a caer y que en cada momento que miramos hacia abajo hayamos sentido ese vacío en el estómago muchas veces acompañado de pensamientos negativos en la cabeza que van pesando en todo el cuerpo. Tal vez ese es el momento más importante, momento en el que respiras profundo, cierras los ojos y sientes confianza en el equipo que te sostiene y en las personas que te acompañan.
Cada ascenso es importante ya sea a la cumbre de la montaña o una ruta sencilla, porque significa que estamos dispuestos a asumir un riesgo, confiando en esa cuerda que soportará nuestro peso, la que no serviría de nada si no tuviéramos a otra persona al otro extremo y que combinados se convierten en una herramienta vital que nos ayudará a cumplir nuestros objetivos.
Empezar nunca es fácil, muchas veces es la cabeza la que no se siente preparada para poder alcanzar algunas metas. El primer paso siempre será levantarse y dar un pasito fuera de ese espacio cómodo y seguro en el que nos encontramos; ese paso que hace que cruces esa puerta y que es el inicio de una nueva aventura.
¿Y qué pasa si no puedo? Este es un pensamiento recurrente dentro de la cabeza y que manda esta orden al cuerpo; en este momento las personas que te acompañan en esta aventura se convertirán en el motor para poder seguir adelante con palabras sencillas como "un poquito más”, “ya casi llegas” y el “descansa un poco y vuelve a intentarlo”. Tus objetivos personales se convierten en un proyecto común si es que inicias la aventura con las personas correctas, y nosotros queremos ser esas personas que celebren tus logros y te acompañen en cada paso que te ayude a alcanzar tus metas, los que te animen a seguir un poco más y aquellos que sostengan esa cuerda que te brinde confianza y seguridad.
Ya lo dijimos, empezar no es fácil, pero estamos aquí para acompañarte, solo levántate del sofá, traza tus objetivos y deja que te acompañemos para que juntos podamos alcanzar todas esas cumbres que te has propuesto.